A medida que la humanidad evoluciona, se van generando nuevas ideas, cubriendo nuevas necesidades y transformando las reglas del juego. Estos cambios son resultados del avance de nuestra sociedad, reponiendo reglas que ya no son suficientes para brindar certeza jurídica. Nuestro país está viviendo una serie de cambios, no solo en lo político, económico o social, sino que también en otros asuntos relacionados con la Propiedad Intelectual (PI).

México, siempre se ha destacado por ser inconfundible en cultura, tradición, territorio y otras características muy específicas que guarda este maravilloso país, pero no por su cultura en PI; sigue prevaleciendo la visión que la Pl equivale solamente a un sistema de vigilancia de marcas y patentes; que es un gasto, una especie de mal necesario. En realidad, una correcta gestión de la PI parte de un sistema que sea capaz de identificar en dónde radica el verdadero valor y ventaja competitiva de una organización, lo que se logra implementando herramientas y soluciones tendientes a capitalizar ese valor y traducirlo directamente en ingresos, reduciendo a su vez riesgos y evitando contingencias.

Los activos intangibles de una organización, incluyendo su PI, pueden significar hasta el 90% de su valor. Lo cierto es que el verdadero valor de la PI no radica en una serie de concesiones gubernamentales, sino en los pilares que hacen a cualquier compañía lo que es: su nombre y su prestigio, que toman años en desarrollarse y que la diferencian de su competencia; su know-how y su innovación, lo que ha aprendido a hacer mejor que los demás.

Cuando se registra un activo intangible, siempre se pretende hacer con la finalidad de cubrir un requisito del que todo mundo habla, con el simple afán de hacer algo que la minoría de la gente hace; pero generalmente quien registra no se toma el tiempo necesario y suficiente para ver las consecuencias jurídico-financieras de este trascendental paso.

En la búsqueda del reconocimiento las personas decimos: “Mi activo intangible está registrado”; sin embargo, se tiende a perderse y no se visualiza la gravedad e importancia que tiene el registrar una marca, una patente, slogan, modelo industrial, o dibujos industriales de la organización. Se habla de gravedad porque el otorgamiento de un título en donde se reconozca un derecho industrial es declarativo, es decir que la Autoridad me reconoce como único titular de dicho derecho.

Teniendo claro que el registro de un intangible no se hace por hacerlo, sino para cubrir una necesidad y certidumbre ante la competencia desleal, hay que evitar hacerlo simplemente por hacerlo o sin una asesoría adecuada de los alcances que pueda tener un registro, y de los futuros dolores de cabeza que puede generar si tiene un mal enfoque.

El enfoque consiste específicamente a su clasificación, que tipo de intangible es, etc. De esto nace la pregunta ¿Qué debo hacer para lograr tener un registro industrial exitoso?

El primer paso para lograr tener un registro duradero y renovable, es establecer comunicación con un experto en PI, quien además de brindar orientación, dará los razonamientos jurídicos para encontrar la viabilidad legal del activo intangible, además de clasificarlo por su tipo y encontrar el mejor registro posible, sólo siguiendo esta dinámica, se podrá tener un registro efectivo.

Actualmente, ya no es válido que se desarrolle una idea sin buscar la manera de protegerla, aclarando que la protección no la da el estado de anonimato, pues el llegar a suponer que mi idea está protegida por el simple hecho de que no la voy a mostrar al mundo, es un pensamiento totalmente falso. Los mejores robos de ideas se realizan de las personas más cercanas, son comunes los casos de empresas que no identificaron ni protegieron su PI, y perdieron dicha ventaja porque alguien, llámese competidor, exempleado o cualquier persona, se percató de ese know-how, y legítimamente, al no tener impedimento legal o contractual, decidió explotarlo como propio. Siempre habrá alguien más observando lo que hacemos y es imposible tener el total estado de anonimato en la era actual.

Años de desarrollo y ventaja competitiva pueden perderse, porque la organización falló en darse cuenta del valor de su know-how y de su innovación, así como en prever medidas para preservarlo. Se debe tener la firme convicción de que nuestras ideas, nuestros diseños, nuestras vivencias e imaginación plasmadas en libros, nuestra música y métodos para la obtención de algo en específico, así como nuestros mecanismos para la solución de una necesidad, tiene un valor incalculable socialmente.

No es concebible que se siga creyendo que la mejor manera de desarrollar una idea es manteniéndola bajo las sombras, eso es cosa del pasado, hoy existen muchos métodos de protección, no podemos avanzar como país en un tema y en los demás seguir igual, tenemos que aprovechar ese estado de alerta que guardamos día con día para innovar.

Asimismo, se tiene que considerar que cuando se está revisando en Facebook o Twitter, o las demás plataformas de redes sociales, para detectar infracciones en materia de propiedad intelectual, se debe de comenzar a respetar las creaciones de los demás y revalorizar la PI.

En XPANX®, hemos constatado en el mercado nacional, infinidad de casos y retos, como marcas que abarcan productos ajenos o mal clasificadas, competidores desleales, tráfico de registros, títulos vencidos, hasta intangibles sin dueño, etc.

Por ello, en las crisis económicas y sociales como la que hoy estamos enfrentando, es de suma importancia asesorarse con un experto en temas relacionados con la Propiedad Intelectual, que brinde la suficiente certeza jurídica al momento de acceder a estos mecanismos de registro, y blindar tus pensamientos, ideas y creatividad, mitigando los riesgos reputacionales y proyección financiera exitosa.